El lenguaje "inclusivo" no es inclusivo
El año pasado, si no me equivoco, empezó un argumento sobre la necesidad del lenguaje inclusivo en el español. Se cuestiona el uso del masculino como género neutro y el sistema de habla binario. De acuerdo con el argumento a favor del llamado "lenguaje inclusivo", nuestro actual sistema no toma en consideración a las personas que se identifican con un género no binario (ni masculino ni femenino; podría ser género fluido, género neutral, género tercero, transgénero cualquier otra de las configuraciones fuera del "hombre" o "mujer"), y el uso del masculino para los plurales y generalizaciones es una representación de un sistema machista que no toma en consideración a las mujeres y ayuda a minimizar al género femenino en un contexto más amplio. En resumen, no es preciso ni correcto y fundamenta una institución que discrimina a las mujeres. Por el lenguaje se empieza.
Existen varios argumentos contra el uso del masculino como neutro, pero uno de los más mencionados es que, así como se usa el masculino también se podría usar el femenino, y si las razones no son sexistas entonces no debería haber ninguna gran diferencia entre uno y el otro. Nuestro sistema presente y nuestra inhabilidad de cambiarlo, el rehusarnos tan fuertemente a considerar el femenino como un reemplazo digno y eficiente nos demuestra que aún vemos a los hombres como un género superior; que se considera más importante respetar a los hombres que a las mujeres, y que las mujeres no merecen un espacio más amplio y un lugar más público.
Es evidente que un cambio es necesario, sin embargo, usar el femenino como neutral no soluciona el problema. Sí, desafiaría el sexismo del lenguaje, pero continúa siendo un sistema binario y por lo tanto un sistema excluyente. Una generalización que está hecha con género específico no es una generalización apropiada, y en tal caso, un género neutral que no se relacione ni con el masculino ni con el femenino es necesario.
No obstante, cuando se considera esta adición al lenguaje, no es acertado llamar a un lenguaje sin género un lenguaje "inclusivo".
El uso de la letra "e" en lugar de la "o" o la "a" para generalizar es la forma sugerida recientemente para crear un lenguaje que incluya y represente no sólo a los hombres y mujeres sino también a aquellos que se identifican con ambos a la vez o con ninguno (que podemos denominar como "trans" por su referencia al inglés en términos de "transgressing gender") es lo que se ha llamado "lenguaje inclusivo" y que ha creado tanta controversia. Para la mayoría de aquellos que no están de acuerdo, el cambio representa una aberración del lenguaje. Es un cambio "innecesario". Pero decir que es un cambio innecesario no es acertado porque debemos considerar que si los hablantes, no importa cuántos de ellos, si un grupo de hablantes ha sugerido dicho cambio, eso significa que hay una necesidad que cubrir. El cambio no es innecesario si hablantes lo han demandado. No se puede usar como excusa que es sólo una pequeña porción la que considera el cambio como necesario porque se está hablando de un grupo minoritario; por supuesto que son una pequeña porción, pero considerar que sólo porque son pocos sus necesidades no deben ser consideradas necesarias porque no parecen beneficiar al resto de la población es discriminatorio. Las necesidades de las minorías deben ser consideradas, y si la minoría LGBTQA+ piensa que el lenguaje debe ser modificado después de siglos de no considerar a dicho grupo entre sus prioridades, es fundamental que aquellos 'a cargo' del lenguaje escuchen.
Como los lingüistas saben, las personas moldean el lenguaje. Las necesidades de los hablantes son más importantes que mantener un lenguaje en un estado inamovible. Las únicas lenguas que no cambian son las lenguas muertas porque nadie las está usando, si una lengua es utilizada, es inevitable que dicha lengua va a ser sometida a cambios por los hablantes. No se puede detener y no debe intentar detenerse, es el curso natural de una lengua. Lo que hablamos hoy día es producto de siglos de cambios, adiciones y modificaciones, que fueron hechos mayormente por aquellos que no se encontraban en el poder; son cambios que pasan con el contacto para acomodar las necesidades de los hablantes. Hoy día, los hablantes requieren una lengua que no sea limitada por el género, por lo menos en cuanto respecta a individuos (cambiar el género de los objectos no es un asunto urgente).
Dicho eso, como mencionado anteriormente, sólo porque un lenguaje sea neutral en género no significa que sea inclusivo. Cuando se habla de inclusividad hay muchas otras cosas que deben ser tomadas en consideración. El argumento en realidad es breve y se enfoca en el uso de la palabra "inclusivo" para denominar a un lenguaje neutral. Idealmente, un lenguaje inclusivo sería aquel que es accesible y entendible para todos sin importar clase social. Crear un sistema que incluya un pronombre neutral se vuelve más complicado cuando consideramos a aquellos que no tienen el mismo acceso a educación que aquellos que sugirieron y participaron en la creación de dicho lenguaje. Cuando un cambio se hace en un entorno académico, que se desarrolla en un entorno con acceso a ciertos privilegios, las clases sociales que no cuentan con estos privilegios están siendo dejadas de lado. Sería virtualmente imposible para una persona mayor de bajos recursos entender un lenguaje al que nunca se ha visto expuesta porque su posición social y de clase no se lo permite. Un cambio que se hace en un entorno como el mencionado no es inclusivo de todos y por lo tanto sería más apropiado llamarle un lenguaje "neutro".
Aun cuando podemos afirmar que dicho cambio es un cambio necesario, es importante que no olvidemos que hay otras situaciones que también deben ser consideradas. El feminismo, después de todo, será interseccional o no merece ser llamado feminismo.